Freud llama el acto constitutivo de la historia al asesinato del Padre, y es también el factor fundamental de la formación del analista. En tanto que el análisis es un trabajo del significante, la significación y el objeto. En efecto esta acto inicial e iniciador de la organización simbólica del grupo humano, que es el asesinato del padre, se transmite desde el origen de los tiempos y a su vez define otro acto. El acto analítico por el cual el psicoanalista funda su propia acción en la constitución de la subjetividad, en tanto que reconocimiento de la amenaza de castración.

 

La palabra historia proviene del latín historĭa, que a su vez la toma del griego ἱστορία (historía), término que hace referencia al conocimiento adquirido mediante investigación o relato, a través de la formulación de preguntas.

Esta voz, asimismo, deriva del verbo griego ἱστορεῖν (historéin), que significa ‘investigar’, y del sustantivo ἳστωρ (hístor), que hacía referencia al hombre sabio, a aquel que actúa como testigo o juez en un asunto específico, el que evalúa o conoce.

De esta manera historia puede entenderse como “el conocimiento de eventos pasados a través de formulación de preguntas, para formar un relato acerca de algo por parte de personas con juicio de criterio”[1].

 

Preguntarse por la historia del psicoanálisis implica una investigación y estudio de la teoría psicoanalítica, del análisis didáctico, de la enseñanza del psicoanálisis y de los vínculos que genera, en un momento determinado; cada autor nace en un contexto especifico y está entramado en una historia que no se puede no escuchar. Cada escrito que deja huellas, es testimonio de una teoría y una práctica en movimiento y en continua discusión con otros actores.

 

El espacio de investigación de historia del psicoanálisis surge a partir de lecturas entre líneas de textos de Lacan, que nos llevaron a comprender que había interlocutores ocultos y un contexto importante a descifrar. Así fue que luego de ocuparnos del entramado escisión, disolución y excomunión en Lacan, tomamos la decisión de volver a los textos freudianos y a las distintas biografías que existen de su persona, para buscar nuestros interrogantes a lo largo del nacimiento e historia del psicoanálisis. Nuestro camino sigue por esas vías y a la vez va cambiando su recorrido con cada pregunta que nos planteamos, con cada duda que nos surge, y así andamos.

           

Sostenemos la investigación en historia como política fundamental de toda institución psicoanalítica, que comprenda al psicoanálisis como un movimiento en continua construcción, y que pueda interrogar a sus interlocutores.

​

Samanta Foglar

 

[1] Diccionario de etimología.